cuida tu salud con el ingrediente de tu cocina hojas de laurel

 

Las hojas de laurel son un ingrediente muy utilizado en la cocina, pero también tienen propiedades medicinales que pueden mejorar nuestra salud. El laurel es una planta que contiene sustancias como taninos, flavonoides, alcaloides, linalol y eugenol, que le confieren efectos antiinflamatorios, antioxidantes, digestivos y antireumáticos.

Algunos de los beneficios de las hojas de laurel para la salud son:

Combatir microorganismos: el aceite esencial de las hojas de laurel tiene acción antimicrobiana, actuando contra algunas bacterias y hongos que causan infecciones en la piel, el tubo digestivo y las vías urinarias1.

Controlar la diabetes tipo 2: las hojas de laurel mejoran la función de la insulina, la hormona que regula el azúcar en la sangre, ayudando a prevenir y controlar la diabetes.

Disminuir el colesterol: las hojas de laurel tienen aceites esenciales y polifenoles con actividad antioxidante que ayudan a regular el colesterol sanguíneo, disminuyendo el colesterol malo o LDL y los triglicéridos, y aumentando el colesterol bueno o HDL.

Aliviar problemas gastrointestinales: las hojas de laurel, por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antiespasmódicas, pueden ayudar a tratar diversos trastornos digestivos, como las úlceras, los cólicos, el dolor de estómago y los gases.

Relajar el sistema nervioso: las hojas de laurel tienen un efecto calmante y sedante, que puede favorecer el sueño, aliviar el estrés, el nerviosismo y el síndrome premenstrual.

Estimular la circulación sanguínea: las hojas de laurel tienen propiedades vasodilatadoras, que pueden mejorar el flujo de la sangre prevenir problemas como la hipertensión, la trombosis y las varices.

Prevenir y tratar el resfriado: las hojas de laurel tienen propiedades expectorantes, que pueden ayudar a eliminar la mucosidad y aliviar la congestión nasal, la tos y el dolor de garganta.

Para aprovechar las propiedades de las hojas de laurel, se pueden usar de diferentes formas, como:

Té de laurel: se puede preparar una infusión con unas 3 o 4 hojas de laurel y una taza de agua hirviendo, dejándola reposar por unos 10 minutos y luego colándola. Se puede tomar hasta 3 veces al día1.

Aceite de laurel: se puede obtener macerando unas 30 hojas de laurel en 250 ml de aceite de oliva durante unos 40 días, agitando el frasco cada día. Se puede aplicar sobre la piel para aliviar el dolor muscular, la artritis y las heridas.

Cataplasma de laurel: se puede hacer triturando unas hojas de laurel frescas y mezclándolas con un poco de agua caliente, formando una pasta. Se puede colocar sobre la zona afectada y cubrir con una gasa o un paño, dejándola actuar por unos 20 minutos. Se puede usar para aliviar la inflamación, la picazón y las infecciones de la piel.

Vahos de laurel: se puede hacer hirviendo unas hojas de laurel en una olla con agua y respirando el vapor que se desprende, cubriendo la cabeza con una toalla. Se puede hacer por unos 10 minutos, dos veces al día. Se puede usar para aliviar las vías respiratorias.

Las hojas de laurel son un remedio natural que puede aportar muchos beneficios para la salud, pero también hay que tener en cuenta algunas precauciones y contraindicaciones. No se recomienda su uso en mujeres embarazadas o lactantes, niños menores de 6 años, personas alérgicas al laurel o a otras plantas de la misma familia, personas con úlceras gástricas o intestinales, personas con problemas hepáticos o renales, o personas que toman medicamentos anticoagulantes, hipoglucemiantes o hipotensores.    Consultar con un médico o un profesional de la salud antes de usar las hojas de laurel.